1. Las mejores vistas de la ciudad
Barcelona en 360º. Es nuestro primer plan para disfrutar de Barcelona sin gastarse un duro. Dirección concreta: mirador de Turó de la Rovira, declarado Espacio Patrimonial y donde se conservan los restos de una antigua batería antiaréa construida en plena Guerra Civil para defenderse de los bombardeos. Esas propias estructuras se aprovecharon para levantar el barrio de los Canons, en la zona de barracas del Carmelo, que se mantuvieron hasta los 90. Hoy, además de disfrutar de las mejores vistas de la ciudad, el espacio es una de las sedes del Museo de Historia de Barcelona.
2. Clases de swing en plena calle
Es uno de los bailes de moda en Nueva York, Berlín, Granada o la Cochinchina. Y, claro está, en Barcelona. Puedes aprender los primeros pasos gratis si echas un vistazo a la agenda de proyectos como el de la asociación Bcn Swing, que monta clases en plazas, parques y lo que se tercie. Por ejemplo, el primer y tercer domingo del mes en la Ciudadela. ¿Cuándo? De 12.00 a 14.30 horas. No hace falta ni que lleves pareja. Allí la encontrarás. Y si te conviertes en adicto a esto del baile, existen más opciones para profundizar como las que monta Swing Maniacs (foto).
3. Pon tú el precio al teatro
Se llama Taquilla Inversa y no es otra cosa que poner tú mismo el precio que consideres oportuno a una obra de teatro después de verla. La idea ha prosperado en varias salas de la Ciudad Condal como la Beckett (Carrer de ca l’Alegre de Dalt, 55), donde el espectador puede disfrutar ahora de la obra L’efecte y decidir lo que vale. Sus responsables creen que es un ejercicio de responsabilidad y madurez. Y de momento, la cosa funciona…
4. De mercados, mercadillos y playas
De momento, las playas patrias son públicas, así que ahí está para ti entero la Barceloneta y demás. Si te tira más ir de mercados, la lista es larga. Gastronómicos tenemos desde el mítico de la Boquería, en plenas Ramblas, al Nacional, el Ninot o el vanguardista de Santa Catalina, instalado en un antiguo convento. Para joyas de ropa vintage y gangas a destajo, el de Els Encants, en la plaza de Les Glòries. Atento a sus eventos, como la «semana fantástica» de La Guerra de las Galaxias.
5. Entre fuentes mágicas
Plantarse frente al espectáculo de agua, luz y color con coreografías incorporadas de la Fuente Mágica y del eje de María Cristina, en Montjuic, es otra de las actividades gratuitas de la Ciudad Condal todos los viernes y sábados (de 19.00 a 21.00 horas), aunque está previsto que se amplíe el horario de jueves y domingos en breve. La fuente se creó con la Exposición Universal de 1929 en la zona de Poble Sec y, aunque ha permanecido cerrada por tareas de mantenimiento, es una de las atracciones (gratuitas) con más tirón entre los turistas.
6. La Pedrera y otros clásicos
Aunque para entrar en la mayoría de los edificios modernistas estrella de la ciudad (Casa Batlló, la Sagrada Familia…) hay que pagar, uno puede tomarse algo (o simplemente cotillear) en el café de La Pedrera por la cara. La lista de momumentos 10 sin necesidad de entrada sigue con la Catedral, en pleno Barrio Gótico, la basílica de Santa María del Mar o el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón, en plena montaña de Tibidado y, por lo tanto, rodeado de naturaleza. Si además quieres conocer la historia de la mayoría de ellos (sin pagar, insistimos) compañías como Sandemans New Europe o Tours Gratis montan rutas de dos a tres horas por los principales puntos de la Ciudad Condal.
7. Los domingos, museos gratis
Los domingos por la tarde (a partir de las 15.00 horas) es el día elegido por el Ayuntamiento de Barcelona para colar a quien quiera empaparse de cultura en un buen puñado de museos. Léase el de Picasso, la Música, el Centro de Imagen de la Virreina, Marítimo, el de Historia, el CCCB (Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona), el Castillo de Montjuic… Y el Centro Cultural del Born, donde uno no sólo puede disfrutar de talleres, conferencias, conciertos o exposiciones, sino también del yacimiento arqueológico (con piezas desde el siglo XIV) aposentado sobre este monumental edificio que reproduce la clásica arquitectura de los mercados de un hierro del siglo XIX.
8. Cuelga tu propia estrella fugaz
La última de las recomendaciones para disfrutar (sin euros de por medio) de Barcelona es la más pintoresca: colgar tu propia estrella fugaz y dedicársela a quien quieras. Tal cual. Lo suyo es crearla primero en la web del Ayuntamiento de la ciudad, luego dedicarla a alguien a través de un mensaje personalizado, ponerla nombre incluso y buscarla en cualquier momento a través de un código. ¿Estabas pensando en algún regalo original?